No me gustan las máscaras exóticas
ni siquiera me gustan las más caras
ni las máscaras sueltas ni las desprevenidas
ni las amordazadas ni las escandalosas
me gusta la indefensa gente que da la cara
y le ofrece al contiguo su mueca más sincera
y llora con su pobre cansancio imaginario
y mira con sus ojos de coraje o de miedo
me gustan los que sueñan sin careta
y no tienen pudor de sus tiernas arrugas
y si en la noche miran / miran con todo el cuerpo
y cuando besan / besan con sus labios de siempre
las máscaras no sirven como segundo rostro
no sudan / no se azoran / jamás se ruborizan
sus mejillas no ostentan lágrimas de entusiasmo
y el mentón no les tiembla de soberbia o de olvido
Benedetti